miércoles, 30 de mayo de 2012

Astrid Clyde




-Personaje en el que te basas: Astrid {Como entrenar a tu dragón}.

-Nombre: Astrid.

-Apellido: Clyde.

-Edad: 15.

-Nacionalidad: Escocesa.

-Oficio: En teoría aun es muy joven para trabajar pero es asesina a sueldo.

-Personalidad: Astrid es arrogante, fría, borde, cruel y sarcástica, derrocha confianza en si misma por los cuatro costados y no suele importarle nadie que no sea ella misma aunque eso solo es una fachada; en el fondo es dulce, tierna y bastante insegura pero sobre todo muy valiente. Le cuesta mucho exteriorizar sus sentimientos a causa de la vida que ha llevado. No confía fácilmente en la gente pero si lo consigues te abrirá su corazón.

-Aspecto físico: Larga cabellera rubia siempre recogida en una trenza, ojos de un azul grisáceo. Algo bajita para su edad pero muy ágil y fuerte. Su semblante suele ser serio y fiero contrastando notablemente con sus facciones de niña buena.

-Pasado: Nació en una familia pobre, siendo la única hija del matrimonio Clyde ya que sus anteriores hijos murieron a temprana edad, nunca fue a un colegio, lo único que sabe es gracias a su madre, que, por mucho que le pese es muy poco.
Su padre nunca trabajó en algo que ella recuerde pero su madre trabajaba en una taberna de camarera, llegando a altas horas de la noche a casa. Mientras que su padre... siempre llegaba borracho y pegaba a la pobre Astrid recriminándola ser una chica y que no sirviera para nada más que para ser otra boca más que alimentar. Ella siempre callaba y aguantaba los golpes de su padre, haciendo que día tras día fuera acumulando mucho rencor y mucha rabia con el paso del tiempo, cada vez que le veía sentía el impulso de clavarle algo en su negro corazón, sentir como se le escapaba la vida lenta y dolorosamente gracias a ella, acabar con su sufrimiento de una maldita vez matando a ese monstruo que tenía por padre. Pero... ¿cómo iba a ser capaz de matarle? no podría, no sería capaz. Así que intentó alejar esos pensamientos de su cabeza creyendo que esos pensamientos eran solo temporales y que nunca se harían realidad. Cómo se equivocaba...
Una noche lluviosa cuando ella tenía doce años con su madre al lado del fuego, ya que ese día no trabajaba, lo que Astrid lo agradecía enormemente, su padre llegó más borracho de lo normal y sin mediar palabra cogió a su madre y se puso a golpearla fuertemente. Astrid contemplo la escena aterrorizada, ¡iba a matar a su madre!... si ya no estaba muerta, ya que la mujer dejó de gritar y se quedó inmóvil al cabo de un tiempo. Sin ser muy consciente de lo que hacía cogió un cuchillo y con asombrosa maestría se lo clavo a su padre. El hombre la miro entre sorprendido y furioso antes de caer muerto al suelo. La chica fue hacía su madre pero ya era demasiado tarde, ya estaba muerta.
Astrid lloró durante horas al lado de los cadáveres de sus padres, si la veían junto a ellos y con el cuchillo seguro que dirían que fue ella quien los mato y la encerrarían en Dios sabe dónde.
Al cabo de un tiempo, cuando ya no le quedaban lágrimas, se secó la cara y con determinación empezó a coger todo lo que había de valor en la casa. También se llevó todos los cuchillos y objetos que sirvieran de armas guardando todo en una mochila. Cuando salió de esa casa ya no era la misma, había matado a su padre, sabía lo que se sentía al robar la vida a un ser humano y... le gustaba a la vez que le aterraba. Aprendió que si querías ser respetado había que utilizar la fuerza bruta para no ser aplastado como un vulgar insecto: Asesina o serás asesinado.
Desde ese día se hizo asesina a sueldo, muchos no la tomaron en serio al principio por su temprana edad., pero solo les hizo falta una demostración para ver que en el caso de ella la edad no importaba. Durante tres años se dedico a matar gente sin piedad endureciéndola el carácter y haciéndola mucho más fría y distante de lo que ya era.
No puede pasar ni una noche durmiendo tranquila, ya que le persiguen los recuerdos de su padre golpeándola, haciéndola gritar en sueños e intentar atacar a todo aquel que la intente despertar. Un día viajando por Inglaterra se enteró que un barco partía desde Liverpool hacía América, era su oportunidad para empezar de cero, para dejar de una vez aquel horrible pasado e inmediatamente se coló en el barco.
En una noche de tormenta la chica alarmada salió de su escondrijo con la mochila bien sujeta a su espalda. Antes de darse cuenta estaba siendo arrastrada por el mar tragando toneladas de agua salada e intentando salir a la superficie en vano perdiendo el conocimiento.
Al despertarse se encontró en la orilla con la mochila fuertemente sujeta a ella casi oprimiéndola el pecho y a unos pocos metros de ella otra chica de larga melena rubia y ojos verdes. Se levantó de un salto mirando a todos lados por primera vez en mucho tiempo asustada.
¿Dónde diablos estaba?

No hay comentarios:

Publicar un comentario