domingo, 20 de mayo de 2012

Megara Polifeme.



-Personaje en el que te basas: Megara {Hércules}

-Nombre: Megara

-Apellido: Polifeme

-Edad: 23 años

-Nacionalidad: Atenas, Grecia.

-Oficio: Es actriz de teatro, especializada en interpretación de comedia y drama de la Grecia clásica.

-Personalidad: Es bastante irónica, exagerada y expresiva, como si viviera en una continúa obra de teatro. Convenida, egoísta, retorcida, inteligente, reservada y escéptica. Le gusta la gente astuta, narcisista y de humor sutil. Básicamente, se junta con todo aquel que se le parece. Odia los ruidos fuertes, la inmadurez y las faltas de respeto. Es una enamorada del arte, de la estética, las voces profundas y los hombres altos, arrogantes, elegantes y misteriosos.
Atractiva, sinuosa, esbelta, tiene la figura propia de una actriz de su edad.
No tiene pelos en la lengua a menos que le interese. Eso sí, si le caes bien hallarás una gran amiga en ella.

-Pasado: Actriz consumada de teatro, es conocida en gran parte de Europa. Tiene un talento que pretende trasladar al continente americano. Es por ello que se embarca en un viaje en el naufragado trasatlántico, tras recibir una escueta y algo misteriosa oferta de trabajo en Nueva york. Eso la ilusiona con creces, su sueño de darse a conocer en Estados Unidos está a solo un viaje de distancia.
Viene de una familia acomodada que lo perdió todo en la guerra, por eso, busca su propio camino desde hace años. Sola, sin marido y sin hijos, le ha ido bien en la vida, ha tenido éxito y ha sabido administrar su dinero. Todo ello sin rendir cuentas a nadie.
Sin embargo, aquello que parecía la continuación de sus sueños, se ve truncado por el naufragio del barco.
Entre gritos y empujones para apartar al resto de histéricos pasajeros. Observa como uno de los pasajeros pega un tiro al vigilante de los botes y se introduce en él junto a una mujer rubia. Consigue introducirse en el bote con el que  se dirigen a tomar tierra en la desierta isla, tan cercana al accidente. Una ola se abalanza sobre ellos y nada hasta la orilla. Con un vestido violáceo como única posesión, se ha desmayado nada más pisar la arena de la playa.


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