-Nombre: Cinderella
-Apellido: Fell
-Edad: 21 años.
-Nacionalidad: Inglesa.
-Oficio: Criada.
-Personalidad: Si no quieres problemas,
no hables con ella. Cenicienta es una chica que está completamente loca. Tiene
un humor extraño. Se divierte viendo como otros sufren y lo pasan mal. Tiene
sentimientos, pero ninguno bueno. Ella se lo pasa pipa asesinando o causando
dolor a las personas o animales. Es muy inteligente, y usa esto para destruir
la felicidad de los otros. Cuando está de buenas, solo se dedica a insultar.
Por supuesto, finge de sobremanera, fingiendo ser alguien cariñoso y dulce.
Pero esa máscara no dura mucho tiempo. Si coges confianza… Bueno, es como una
serpiente. Te ataca, te inyecta su veneno, y te mata. Lentamente o deprisa,
depende de cómo esté de humor. Le gusta el sexo. No es ninfómana, pero sí es
bisexual, y es una de las pocas maneras en las que le puedes caer bien. Por
supuesto, tiene amigos, y con ellos es adorable y simpática.
-Pasado: Cenicienta nació en Londres, y
ya, desde pequeñita, mostró ser un ser cruel. Su madre era ama de casa y su
padre un importante juez. Con ocho años, su madre la castigó por haber roto un
vaso. Como había sido sin querer, ella se enfadó y se quejó, pues era sumamente
injusto. Su madre no entró en razón. Cenicienta cogió uno de los venenos que
tenían por casa y se lo puso en el té. La mató. Su padre, destrozado, jamás
sospecho de su hijita, y mandó a la cárcel a los cocineros, por “asesinos”. Un
par de años después, el hombre contrajo matrimonio con una mujer llamada
Isabelle Tremaine, a la que todos llamaban Lady Tremaine. Esta mujer tenía dos
hijas, monstruosas, Drizella y Anastasia. Cenicienta, realmente molesta con su
padre, lo asesinó también, por la noche, con un cuchillo, para que pareciese un
crimen pasional y acusasen a Tremaine, pero esta fue lista y culpó a uno de los
criados, al que metieron a la cárcel. Sabiendo lo peligrosa que era Cenicienta,
la esclavizó, convirtiéndola en su sirvienta y en la de sus hijas. Pero no
contaba con que la niña se convertiría en una joven de extraordinaria belleza.
Lady Tremaine temía que, si con harapos y polvo era tan hermosa, lo fuese aún
más bien vestida. Por eso la encerró cuando llegó la invitación. El hombre más
rico de la ciudad quería que su hijo se casase, y todas las doncellas casaderas
debían asistir a su mansión, incluida Cenicienta. La mujer encerró a la chica,
pero esta, en último momento, consiguió salir e ir al baile. Robó un vestido y
unos tacones de una tienda y se presentó alló realmente hermosa. Cuando el
príncipe se la llevó fuera, a bailar, Cenicienta consiguió acostarse con él. No
era su primera vez ni mucho menos, pues siempre que iba al pueblo a comprar lo
hacía con alguien joven, hombre o mujer, le daba igual. Al acabar, mientras el
príncipe le decía que aquella había sido su mejor vez, que nunca había
practicado sexo tan salvaje, dieron las doce. Le dijo al príncipe que se tenía
que marchar, y este trató de retenerla, por lo que Cenicienta tuvo que matarle,
huyendo después. Pero los criados se dieron cuenta cuando ella estaba a punto
de salir y llamaron a la Policia. Por el
camino, Cenicienta perdió uno de los zapatitos, que era de un plástico transparente,
como cristal. Cuando llegó a su casa, Tremaine y las otras dos la estaban
esperando. Furiosa y descontrolada, las mató también y cogió unos papeles que
contenían cosas de un barco. Decidió huir en él, porque si no, estaría
condenada a muerte después de matar al príncipe. Lo que no se esperaba era
aquel naufragio. En el agua, le pareció ver un enorme pez de color verde, pero
cree que es cosa de la salinidad del agua, pues tragó mucho. Despertó en la
playa, con el vestido destrozado, y aprovechará eso para fingir que era alguien
importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario