Giselle Brenson.

-Personaje en el que te basas: Giselle (Encantada)

-Nombre: Giselle

-Apellido: Benson

-Edad: 21

-Nacionalidad: Los Ángeles, California. Estados Unidos.

-Oficio: Ninguno. Vive del dinero de su familia.

-Personalidad: Simula ser dulce y alegre en todo momento, comportándose de forma alocada en muchas ocasiones. Pero en realidad con esto pretende guiar las acciones de los demás, para que se comporten como ella desea. Es una manipuladora nata, algo que ha aprendido en el entorno social en el que se mueve, y se cree superior a cualquiera aunque lo esconde a la perfección. Es en sus ojos donde se refleja esta superficialidad y hasta cierto odio hacia la gente en general ya que ninguna otra parte de su cuerpo lo demuestra. En todo momento intenta ganarse la confianza de la gente, con una sonrisa radiante y palabras encantadoras, pocos sospechan lo que se esconde detrás.

-Pasado: Ha pasado toda su vida entre algodones. Criada en la alta sociedad fue educada para comportarse como una dama, algo que en apariencia cumplía a la perfección. A los 12 años desapareció su hermano, tres años menor que ella, algo que la marcó profundamente pues era la única persona del mundo a la que amaba. Nunca mostró el dolor que sentía por ello. Con los años aprendió el arte de la manipulación de su madre y su tía. Pero pronto superó a sus maestras. Descubrió que con la sumisión a través de la cual esas dos mujeres modificaban las intenciones de sus maridos y demás, no podía conseguirse todo. Ella aspiraba a mucho más, quería dinero, fama y poder. Por ello cambió sus recatadas sonrisas por unas más coquetas, sus delicados gestos por otros de más exagerados pero que transmitían confianza, su frialdad amable por aparente bondad.

Una noche en un baile le pareció reconocer a un hombre que visitaba a menudo su casa antes de desaparecer su hermano y despertaron sus recuerdos sobre este, devolviéndole algo de humanidad. Preguntó a sus amistades, quienes afirmaron que era un inglés, que a la mañana siguiente volvía a partir, pero no descubrió nada más. Pronto se encargó de hacer amistad con una chica de su mismo círculo, a la que engatusó para que cogiese el máximo dinero posible y huyese de casa. Ambas marcharon hacia Inglaterra, donde pasaron dos años sin problemas, mientras ella investigaba el paradero del hombre. Aunque no hicieron nada para mantener el dinero que tenían, que cada vez era menos, ni para encontrar una ocupación. Giselle acudía a todos los bailes que se celebraban en Londres, esperando encontrarle. Un día le pareció verle de nuevo, pero se le escabulló rápidamente. Al volver al piso que compartía con su amiga encontró que había sido saqueado y a la chica muerta en su habitación. Ni siquiera miró dos veces el cuerpo, cogió sus pertenencias y salió en dirección al puerto. Decidió volver a casa, sin importarle ya su propósito inicial. No sabía no que acababa de ocurrir, pero si que eso le superaba, y compró billetes para el primer barco hacia Estados Unidos. Se rendía.